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Kāneru Sandāsu (Tokio, 6 de marzo de 1959 - Tokio, 17 de octubre de 2006) fue un oficial de anti-narcóticos quien desde la década de 1990 lideró una lucha en contra del narcotráfico en su país, por lo cual llegó a ser director de la Unidad Antinarcóticos y trabajó en equipo con el Ministerio de Jun'ichirō Koizumi para combatir al Cartel de Honshu. El mayor golpe dado a los negocios de producción de cocaína fue la operación dirigida por el Coronel Kāneru Sandāsu en coordinación con el Ministerio, la DEA y la FSB, fue el allanamiento parcial de los laboratorios de Vladivostok, un vasto territorio ubicado en Rusia dedicado al procesamiento y tráfico de cocaína. La operación fue realizada el 7 de marzo de 2004 y marcó el inicio de hostilidades de la mafia del Cartel de Honshu y el Cartel de Moscú en contra del Estado Nipón, lo que llevaría al asesinato del mismo Ministro el 30 de abril del mismo año y del Coronel dos años después.

La importancia del Coronel Kāneru Sandāsu en la lucha contra el narcotráfico ha sido resaltada con el paso del tiempo a medida que se conoce más la historia de la mafia y el daño que ha causado a la sociedad japonesa e internacional. El 10 de agosto de 2012, 7 años después de su asesinato, la Secretaría Jurídica del Ministerio de Japón, decretó su ascenso póstumo a Mayor General, cargo que hubiese asumido el 10 de diciembre de 2006, un mes después de su muerte.

Biografía[]

Primeros años[]

Kāneru Sandāsu nació en una familia de clase media de Tokio el 6 de marzo de 1959. Sandāsu descendía de una larga tradición de militares que lucharon y a menudo murieron en muchos conflictos, incluyendo la Guerra Sino-Japonesa y la Segunda Guerra Mundial. Sus abuelos paternos eran el general de brigada Kāneru J. Sandāsu  (26 de junio de 1907 – 19 de septiembre de 1938) y Mauki Koizumi. El general de brigada nació en Setagaya , y sirvió en el 22.° Rgto. de Infantería de Tokio durante la Guerra sino-japonesa. Cayó en la batalla en 1938.

Dejaba atrás un hijo con su mismo nombre que había nacido en Saitama. El segundo Kāneru J. Sandāsu era sólo un niño durante la guerra sino-japonesa. Se graduó en el Instituto Militar de Tokio en 1971. Inició una carrera como fiscal, sirviendo notablemente como fiscal de la prefectura de Saitama, y siendo el alcalde de Satsumasendai. Murió en Kagoshima.

Inicios en la carrera militar[]

Sandāsu estudió durante un año en el Instituto Militar de Tokio, para trasladarse posteriormente a la Academia de la Defensa Nacional, donde se graduó en 1983.

Durante su estancia en la Academia, Sandāsu renovó su trato con su amiga de la infancia Beniko Aoyama, hija de un próspero industrial textil. Se casaron poco después de la graduación de Sandāsu.

Tras graduarse en la Academia de la Defensa Nacional, Sandāsu participó en los Juegos Olímpicos de Seúl, 1988, representando a Japón. Sandāsu finalizó el evento en el puesto 14. Iba en cabeza hasta la competición de tiro, en la que pareció fallar su segundo disparo. Sandāsu afirmó que la segunda bala había pasado por el agujero hecho por la primera.

Lucha contra el narcotráfico []

Las luchas del Coronel Sandāsu comienzan en la década de 1990 cuando lidera el desmantelamiento de una banda de falsificadores y narcotraficantes en Tokio bajo el mando de Suchart Metharom, un tailandés que tenía identificaciones como japonés, nacido supuéstamente en Nagoya. En un operativo de la policía en abril de 1995, fue arrestado Suchart y en su residencia se incautaron cargamentos de cocaína por un valor de 6 millones de yenes, numerosos pasaportes falsos y sellos de caucho para imprimir visas. Días después la policía allanó un predio de Metharom en Hachiōji, en donde se hallaron nexos con Verónica Maya.

Anti-narcóticos[]

Cuando Kiichi Miyazawa ordena la creación del grupo anti-narcóticos en 1992, Sandāsu se convierte rápidamente en su líder. Mientras tanto en Japón se alzaba Jun'ichirō Koizumi, quien se encargaba de descubrir narcos. Ambos comenzaron un registro con evidencias de personas dedicadas al narcotráfico para un total de 30 personas, lo que le permitió a Koizumi iniciar una campaña de paralización de operaciones aéreas sospechosas que significarían un duro golpe a la mafia, así como poner en evidencia la presencia de dineros sucios en el mundo de la política e incluso el deporte.

Las acciones judiciales de Koizumi en contra de las mafias lideradas por Lance Yates, Taron Marlow, Kyosuke Higuchi, los hermanos Oshiro (Fuyuki, Jomei y John Oshiro), todos conocidos como el Cartel de Honshu, lo convertirían en un objetivo de muerte. Las medidas de protección a Jun'ichirō y su familia fueron estrictas y en su seguridad participó el Coronel Sandāsu y la DEA, quienes frustraron un primer intento de asesinato a este en Nagoya.

Fue Sandāsu también quien operaría el secuestro de Marie Oshiro como intento para que por lo menos uno de los hermanos Oshiro se entregase a la justicia y así hacer caer al cartel de Honshu. Lo que no sabía es que dentro de Nagoya se planeaba crear el grupo Muerte a Anti-narcóticos en 1996. Esa creación le valió duros golpes al grupo, por lo que 3 meses después entregaron a Marie. Sandāsu, con impotencia, comienza cada día a buscar con más ganas a los integrantes de este cartel descuidando a otros grupos criminales.

El mayor golpe dado a los negocios de producción de cocaína fue la operación dirigida por el Coronel Kāneru Sandāsu en coordinación con el Ministerio, la DEA y la FSB, fue el allanamiento parcial de los laboratorios de Vladivostok, un vasto territorio ubicado en Rusia dedicado al procesamiento y tráfico de cocaína. La destrucción de parcial de los laboratorios de Vladivostok significó el inicio de la guerra frontal del Cartel de Honshu en contra del Estado nipón, la cual comenzó con el asesinato del entonces ministro Koizumi, siete semanas después apoyado económicamente por el Cartel de Moscú.

Muerte[]

La muerte del Ministro Koizumi traería consecuencias desastrosas para Japón y para los mismos mafiosos, quienes a su vez se convirtieron en objetivo militar, mientras que el país se dividió entre quienes se dejaban comprar y aquellos que luchaban, muchas veces sin el apoyo institucional necesario, en contra de una mafia que, aunque herida, era poderosa y que comenzó una escalada de homicidios contra líderes políticos, jueces, policías, periodistas y todo aquel se opusiera.

Rápidamente el Coronel Sandāsu estaría en la lista negra del Cartel de Honshu. Él mismo contribuyó para que las investigaciones por la muerte del Ministro no quedaran en la impunidad y logró vincular a gente de Lance Yates en el crimen. Pero también supo de la orden del capo para asesinarlo y el dinero que fue ofrecido para ello.

A pesar de que estaba a punto de viajar al exterior, la mafia no dio tregua y sicarios lo esperaron la tarde del 17 de octubre de 2006 cuando regresaba a Tokio con su familia en un puente. Iba sin escolta. Le comenzaron a disparar desde un Renault 18 color verde, lo que le hizo perder el control de su propio vehículo y se estrelló en contra de una roca, no lejos de una estación de la Policía. Los sicarios se acercaron al vehículo del Coronel y lo remataron delante de su esposa e hijos.

La muerte del Coronel Sandāsu sería sólo una estación en una guerra macabra de la mafia en contra del Estado nipón para tratar de doblegarlo, pero fue también un hito histórico para comenzar a fortalecer contra reloj y con la ayuda de la DEA los aparatos de seguridad que llevarían a perseguir hasta el fin a los principales cabecillas del Cartel de Honshu. El 18 de agosto de 2009 un sucesor de Sandāsu, el Coronel Wuink, moriría años mas tarde también asesinado a manos de los mismos autores intelectuales, pero 4 meses después, el 15 de diciembre, la justicia daba una de las primeras victorias significativas en contra de la mafia con la muerte de Taron Marlow.​ Esto debilitó a Lance Yates, quien, después de asegurarse de que se expidiera una ley que prohibía la extradición de japoneses hacia Estados Unidos, se entregó en 2011, pero después de huir e intentar recrear la guerra contra el Estado, fue abatido por el SPL el 2 de diciembre de 2013.​

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